marzo 14, 2012

Valeria


“No estás comiendo bien, termínate todo lo que te serví” me dijo. Se me vinieron a la mente los 6, 7, 8, 9, 10 hasta los 12 años y todas las horas que pase sentada en el comedor tratando de comer aquello que no me gustaba y me tenía que terminar. Me di cuenta que ya tengo un pasado, uno en el que lloré, reí y soñé con cosas simples. Ahora vivo un presente que desconozco, uno que ya no es, uno que de pronto se desmorona.

¿Perdí? Sí, ¿Gané? Sí. ¿Pero que es aquello que perdí? Sueños, ideales, horas, hombres y mujeres valiosos que estuvieron y ya no están. ¿Y aquello que gané? Reconocer a los que me rodean, reconocerme a mí  misma en situaciones que nunca imaginé.

Sigo aquí tratando de entender quien soy, que quiero,  a donde voy, procurando honrar mi nombre y ser “valiente”. Hoy intento reconstruirme con cosas que no son simples, creando las columnas que me sostendrán de nuevo e intentando restaurar aquellas en las que me sostuve, porque quedan los restos de un pasado que me forma y aunque se destruya, siempre queda algo que se puede rescatar. Hoy tengo mis tres heridas: “la de la vida, la de la muerte y la del amor[1].”


[1] Tomado del poema “Llegó con tres heridas” de Miguel Hernández.

No hay comentarios:

Publicar un comentario