agosto 18, 2013

Un Beso

A Paula

Miró a su alrededor, no había otra forma de escapar al torbellino de soledad que la arrastraba a su centro, sólo estabas tú, eras lo único a lo que podía aferrarse.

Fueron tus manos las que la sujetaron y tus ojos oscuros como noche que pide ser explorada, los que la llevaron a ti. Encontró un sitio en tu corazón y se quedó ahí estática como un colibrí ante una rosa. Tus brazos fueron un nido perfecto.

Lo que la convenció fue tu boca, sólo tuviste que regalarle un beso para que se quedara.


Valeria ML

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