agosto 18, 2013

La Judía

Bruja que va al Sabbat
Remedios Varo
Era muy extraña, nadie había conocido a una bruja judía, y mucho menos a una que cumpliera al pie de la letra las leyes hebraicas. Eso era lo más raro en esta mujer, pues existe la creencia de que las brujas son lo opuesto a una mujer común, que van en contra de alguna religión o de una sociedad, pero ella no.

Sólo comía Kosher y preparaba pan ácimo, celebraba las fiestas y no faltaba nunca al Sabbat. Nadie la vio hacer algo indebido - o quizá nadie se atrevió a decirlo, porque también deberían admitir que la habían consultado para algún trabajo – es por eso que ni los rabinos podían arremeter contra ella, la respetaban por ser buena judía, por obedecer las tradiciones.

Nunca se supo su edad, pero mi abuela decía que ella se mantenía joven “serán algunos de sus trucos, desde que yo me acuerdo ella es así” y quizá era eso, pero nadie se preguntaba lo evidente.

Un día no estuvo más, no apareció en la sinagoga, ni en la celebración de la pascua, nadie la vio en el mercado, ni en la plaza, así se dieron cuenta de su muerte. Llegaron sus parientes y se sentaron en el piso, los rabinos leyeron la Torah, se prendieron velas y se ofreció comida a los invitados, pero nunca pudieron mantener cubiertos los espejos, porque ella aparecía y volvía a destaparlos.



Valeria ML

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